Señor, Padre nuestro, Tú me lo has dado todo: yo te doy todo. Te ofrezco mi vida, mi porvenir, mi dicha… mi ser, mi inteligencia y mi libertad, mi corazón y mi amor.
Señor, eres Tú quien me has creado por amor: Tú sabes bien por qué me has llamado a la existencia… que mi vida sea hermosa y tenga éxito, que esté al servicio de algo muy grande… que yo esté comprometido con la construcción de Tú reino de amor, de justicia y de paz.
Líbrame del egoísmo, que yo sirva a tu gloria y al bien de todos mis hermanos y hermanas. Pues tu Hijo nos ha dicho: “Quien quiera salvar tu vida, la perderá. Pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” (Mc 8, 35).
G. Cugnase (con adaptaciones)
Nenhum comentário:
Postar um comentário